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Mostrando entradas de junio, 2013

Imaginación.

Tengo esa sensación de vacío y ansiedad que generan las posibilidades de una realidad paralela. El arraigo absurdo sobre los pilares que me conducen es no menos que irritante, la mayor parte de mis tiempos contemplo opciones de calculada libertad y escaso arrepentimiento.   Debo, porque ha de ser así, torcer las directivas que me doblegan mientras es inconcebible desobedecer al origen. Porque no será rebelión que respire, expanda mis perspectivas y destruya la realidad que me aprisiona como sólo una bestia creadora lo haría. Con el poder de su imaginación.

Invierno

Se puede sentir el cambio en el aire. Bullicio melancólico, la preponderancia de la noche. El festejo del sol. Pero en su ausencia el goce de escuchar rock con amigos, tragos con quién realmente querés. Bailar sin parar porque el ambiente lo permite, mirar intensamente dentro de sus ojos buscando el futuro inmediato, la belleza debajo del outfitt de marca. Las risas haciendo eco en las calles despejadas, la visión clara por la brisa fresca de madrugada. Alguna forma transeúnte en la vereda opuesta envuelta en blancos, azules, grises o negros. Todo debido al mágico frío. Bienvenido seas: invierno.

Una vez más.

A través de innumerables e inmensas distancias, inusitadas formas, indómitas energías, desafiantes pruebas, oscuros e inciertos lapsos existenciales, la desconcertante labor del tiempo, nuestros estados preexistentes, las arbitrariedades de cada etapa. A través de todo nos reconocimos triunfantes. Una vez más te estoy buscando...

Mi meta.

El sentido de lo real juguetea con mi depredador sentido de la razón. Espera inmóvil que mis garras se desplieguen para luego huir dentro del laberinto compuesto por todos los estadíos pertinentes de la vida. Sólo en lo aparente como acostumbra y sin evidencias concluyentes, este valor etéreo y precioso regresa en plena forma. Mientras espero su indulgencia o el premio por mi astucia que alguna vez le atrapará, me contento con saber lo poco que sé y ser capaz de recordar mi meta.

Tipo nada.

- ¿En qué estás pensando? -... (Una palma creadora pulverizando planetas, reciclando poder para crear una estrella. Los agujeros de gusano mostrando la luz de una explosión y/o la retracción de luz de una implosión en simultáneo. ¿Qué será de nosotros, pobres partículas de existencia? El titán sádico del cambio llegará para conmoverme, aunque consciente de cuánto no me sorprenderá. Resurgiré, lo tomar é como a la posibilidad que es y me sostendré amparado en mi nueva máxima... para no caer al vórtice de los proyectos inconclusos que deja en su furiosa estela de renovación caprichosa. Las emociones me atacarán mientras intento dirigir el caótico rebelde rayo de energía alteradora para lograr mis propósitos.   Debí levantar mis ideas en formatos prístinos mucho antes del final de mis días de gloria moderna. Hubiera logrado más, de haber sabido mejor, en el momento adecuado. Es curioso que ya no pueda lamentarme siquiera, la evolución de mis emociones ha desvanecido esa carga. Después

Abrázame

¿... o es demasiado pedir entonces? Dúctiles lágrimas enmarcan las compuertas, cantos de olvido y deseo armonizan el martirio, es apenas un momento de brisa donde hay vacío, la agridulce conciencia que recuerda el feliz lapso compartido. Un chasquido y la ruptura del cristal, el cariño hecho trizas dentro de la palma del hartazgo.   Un suspiro en la tormenta, el refugio cuando el caos, conquistar el sinsentido, encontrar revelación: abrázame

Paseo nocturno.

Aquella vez pasada la medianoche, escuché tronar las campanas de la iglesia del pueblo tres veces, "ya casi llego" me dije. Salí a cenar con amigos y ,como siempre, decidí atravesar la plaza que está a un par de cuadras de la fuente de aquel irritante sonido.  Nadie en las calles, típica noche de invierno. La gente duerme o ,como yo suelo hacer, se refugia en una película. Pocos se molestan en mirar por la ventana. La mayoría encuentra tétrica una plaza repleta de árboles frondosos y arbustos que dibujan en ella un laberinto por el cual disfruto caminar, incluso de noche, con la tenue iluminación de esas luces cuyos faroles no suelen limpiarse.  El frío es muy preciado por mi, tendría una sensación similar a la  felicidad si viviera en una zona donde el invierno fuera nevado. Para elevar mi dicha, la llovizna que perturbó la rutina de todos durante el día, dejó charcos de agua que ahora se ve escarchada. Me hallo satisfecho, podría caminar por horas dentro del mini laber