Reconozco.
Estilo (esa mala palabra). Es una facción que perfecciono. Muta según mis intereses. Mi actitud frente al ojo crítico casual, las mentes codiciosas que ansían mis prendas aunque no lo admitan. A veces es minimalista, convencional, incluso anodino. Otras veces cuando estoy en un momento de bondades internas; es colorido, osado, inteligente. En alguna ocasión todos los factores confluyen y obtengo algo original. Mi estilo es ahora neutro. Intento lograr el epítome nonchalant. No quiero imponerme, mejor presentarme. Quiero ser percibido como alguien accesible. Por eso los tonos clásicos, con detalles modernos, accesorios clave, fragancias acordes, calzado trendy. Contengo mi pasión, avasallante para muchos. La reciclo para mejorar los rasgos, pensar los movimientos, anticipar los diálogos, editar sus contenidos. La imagen de presentación. El plano de tu creatividad. Uniforme de combate contra los visos grises que perturban la vida diaria. Si es verdad que deberíamos unirnos en