La Familia: Recorrido nocturno.
El aire frío, ese cielo despejado, se prestan para salir a merodear. Recorre los contornos de los patios, siente el cemento mientras avanza. Observa los patios vacíos iluminados por la fuerte luz de luna que el cielo despejado permite. Expectantes volverán a ser vividos mañana. Desciende grácil sobre el césped mojado, mientras las mascotas se alteran al ver su apariencia. Algo que los dueños jamás lograron. Los ladridos son rápidamente acallados con un seseo agudo que se desliza por toda la manzana, produciendo escalofríos a los más perceptivos. Camina libremente disfrutando el rocío, escuchando las conversaciones de las casas cercanas, ignorando sus voces, nada le intriga hoy. Caprichoso, se manifiesta a su antojo y pocas veces vuelve al mismo lugar. Aunque sus motivos permanecen ocultos, sabe que falta poco. Evita emitir sonidos cuando en su recorrido por uno de los patios dos adultos salen a fumar, su presencia hace descender la temperatura varios grados. Decide visitar la ca