Maullido
(Historia corta creada espontáneamente después de leer un tweet sobre un
gato que maullaba en un patio oscuro, en ese mismo momento)
@mrwritor
Matías estaba solo en la gran casa. Una noche fresca, sin
Luna. Su gata dormía, por ello le intrigó él maullido en el jardín.
4:02 - 1 de feb. 2015
Intentó encender las luces pero no funcionaron. Se dijo a
sí mismo "No tengo por qué temer". Mientras ingresaba despacio a las
penumbras.
Atribuyó varios ruidos al viento, y a su imaginación las
formas que las luces en la calle dibujaran sobre sus plantas.
Recordó con una mueca escenas similares en películas de
terror. ¿Pero cómo algo así, ficticio, sucedería en su patio?
Se detuvo en plena oscuridad, observando sigilosamente
alrededor, como lo haría su gata. Las sombras jugaban a su alrededor sin
tocarlo.
Al cabo de 15 minutos que se sintieron eternos, decidió
ingresar a su casa y continuar mirando una serie. "No hay ningún
maullido".
Cerró la puerta, aunque por fuera se mantuviera calmo,
puso la traba además del cerrojo. Y reanudó sus pensamientos. Nada afuera.
Nadie.
Puso play a la serie en su notebook, logró reírse una vez
antes de que el maullido volviera a escucharse. "¿Otra vez?¿Será el
viento?".
Se asomó por la ventana, calmo, reflexivo, no intentó
volver a salir. Daba igual realmente, el maullido venía desde dentro de la
casa.
Su gata despertó, sobresaltada, esto hizo que su fachada
despreocupada cediera. Imaginó algo simple: un gato entró cuando él salió al
jardín
Seguramente el mismo que había estado maullando fuera.
Solo debía encontrarlo y sacarlo. Nada raro. Nada más que una anécdota.
Un simple felino, sí, eso debía ser. Y por lo tanto que
las luces de su casa titilaran y se cortaran, era otra simple coincidencia.
Buscó su celular, encendió el flash y vio su pulso
alterado cuando el maullido comenzó a escuchar nuevamente, atravesando las
paredes.
El sonido irritante, provenía de todas direcciones, lo
escuchaba en las ventanas, desde el primer piso, debajo de las escaleras...
"¿Qué mierda está pasando?" Buscó un cuchillo,
filoso, el favorito para cortar la carne. Él no dañaría a un animal pero esto
era muy extraño
Se aventuró a buscar la causa del maullido en la
oscuridad, mientras su gata se escurría por la ventana. ¿Debería llamar a
alguien? No.
Recorrió la planta baja sin encontrar al animal, si eso
era, deseaba que eso fuera. Entonces subió a buscarle, aunque ya se había
callado.
"Nada". Una pérdida de tiempo, sudor frío en
vano. Bajó intrigado, seguramente fue un gato, tal vez estaba en un rincón
donde se oía fuerte.
La electricidad regresó, no tuvo tiempo siquiera a
observar si toda la cuadra había sido afectada, no le importó averiguarlo.
Luego de unos minutos, se disponía a tomar un café y
mirar su serie favorita. Listo para dejar todo detrás, una muy buena anécdota.
Pero "Brooklyn Nine Nine", no tenía sonido, en
su lugar el maullido emanaba de las bocas de los actores.
Temblando, marcó en su celular el número de la policía,
no sabía que diría pero alguien tenía que presenciar este suceso.
Un oficial atendió su llamada y cuando Matías le comentó
que sucedía, del otro lado comenzó a maullar. Pero eso no fue suficiente...
Sintió que la lengua rasposa de un felino, subía por su
oreja, probándole.
Su celular cayó y se quejó furioso al golpear el suelo,
como un gato cuando lo molestan.
Fue entonces cuando lo vio. Sobre el mesón de la cocina,
algo distorsionaba la luz, una figura se movía con gracia.
Las luces tintineaban, la tensión bajaba precedida por
los maullidos. Esos malditos ruidos que alguna vez le causaron ternura en su
gata.
Tomó su celular observando de reojo la figura que se
divisaba transparente, se dispuso a filmarlo para tener pruebas y convencerse.
La figura disgustada le espetó un sonido amenazante,
mientras las luces volvían a apagarse. Pero esto no detuvo a Matías, él quería
pruebas.
Con el filtro de visión nocturna al fin pudo verlo, tal
como sospechaba era un gato. O lo había sido antes de esa noche.
Temblando aún, le sirvió un plato de leche y esperó a ver
si la figura respondía. Lo hizo, desde luego, desvaneciéndose mientras tomaba.
La energía regresó, junto con su gata que deseaba comer.
Él sonrío y pensó "Qué gran anécdota, para un sábado que pasé sin salir de
casa".
@mrwritor
El vídeo no mostraba nada más que estática, pero no le
importó. Desde entonces siempre tiene leche y alimento por si recibe otra
visita.
5:59 - 1 de feb. 2015
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