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Mostrando entradas de 2015

Atípico.

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Salgo a la calle para caminar unos metros y despejarme, es una hora extraña las 4 de la mañana, contemplo el cielo despejado como una cúpula ausente donde solo hay vacío, incluso cuando se que el contenido absoluto es lo que mis ojos no pueden siquiera razonar más que como pequeños puntos brillantes, esparcidos sobre un fondo azul oscuro y negro. En medio del leve mareo que me provoca perderme en el infinito, huelo el aire enrarecido, ese aroma a basura quemada mezclada con humedad y perfume de los árboles consigue como siempre devolverme no a la realidad, sino a un pasado ya distante que brilla con la misma intensidad cada vez que lo visito. Entonces sin quererlo la inercia de la nostalgia me devuelve nuestras noches, gloriosas a la distancia, confusas en su momento, maravillosas por siempre. Nos veo con claridad en la calle, dichosos y tambaleantes con una botella de vino sin abrir yendo a tu departamento. Vos y tu vino, yo y mis ilusiones, supieron encontrarse y hacer vibrar el

La Familia: La Niña.

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Es un hábito, un rito de pasaje tal vez, para el adolescente quedarse solo en su casa durante un fin de  semana largo. Así fue para Julia, cuando sus padres propusieron un pequeño viaje y ella prefirió quedarse en casa para pasar los días con sus amigas. Ellas no podrían reunirse hasta el Viernes por ello, esta noche, la tendría para si misma. “Mejor así.” Pensó. “Miraré películas”. Su preferencia por el género de terror, no era bienvenido por sus asustadizas amigas que deseaban ver algo con Liam Hemsworth. Luego que sus padres partieran, no salio en todo el día. Solo durante la tarde intercambio saludos con su vecino, Martín. Sus casas tienen un enorme patio, con un pequeño parque en medio de la manzana, los padres de Julia viven en el extremo Este. Algo tan bello que las familias desearon preservarlo. Notó a Martín un tanto distraído cuando hablaron. Evaluando el parque, buscando ver algo que no estaba allí. Aunque hablaron como de costumbre sobre la facultad y la ciud

La Familia: Recorrido nocturno.

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El aire frío, ese cielo despejado, se prestan para salir a merodear. Recorre los contornos de los patios, siente el cemento mientras avanza.  Observa los patios vacíos iluminados por la fuerte luz de luna que el cielo despejado permite. Expectantes volverán a ser vividos mañana. Desciende grácil sobre el césped mojado, mientras las mascotas se alteran al ver su apariencia. Algo que los dueños jamás lograron.  Los ladridos son rápidamente acallados con un seseo agudo que se desliza por toda la manzana, produciendo escalofríos a los más perceptivos. Camina libremente disfrutando el rocío, escuchando las conversaciones de las casas cercanas, ignorando sus voces, nada le intriga hoy. Caprichoso, se manifiesta a su antojo y pocas veces vuelve al mismo lugar. Aunque sus motivos permanecen ocultos, sabe que falta poco. Evita emitir sonidos cuando en su recorrido por uno de los patios dos adultos salen a fumar, su presencia hace descender la temperatura varios grados. Decide visitar la ca

La Familia: Aullido.

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Bruno estaba solo en la casa que daba a la parte sur de enorme manzana, un pequeño detalle sobre la ubicación, ese cuadrado de 100 metros cuadrados estaba en medio de diagonales, la calles eran cortadas por este y otros terrenos en forma de pequeños triángulos en 5 direcciones. Era todo un detalle en el plano de la ciudad, que le daba forma de pentagrama si se lo unía. Aunque oficialmente no había sido otra cosa que un capricho de la familia fundadora, quienes no quisieron modificar su enorme propiedad a medida que la ciudad crecía. El joven estaba de visita por el mismo motivo que los otros hijos únicos en cada extremo de las casas, ya no cursaban mucho y se disponían a preparar finales. Un Viernes bastante convencional, los amigos de Bruno no tenían ganas de salir, habían entrado en esa detestable etapa en la cual ya solo se juntaban a tomar algo en una casa y rara vez iban a un pub. Para Bruno esto era frustrante a veces, pero no esta noche pues debía repasar aunque en realidad

La Familia: Maullido.

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La niebla en el jardín, nada como su espesa y misteriosa composición para brindar un contexto a esa presencia. Su figura avanzaba sobre el césped, helando pequeños insectos en su camino, emitiendo sutiles ecos que erizaban la piel de quienes estaban despiertos en la manzana. Tétrico se dirigía en dirección al inicio y fin de todo su ciclo, el Norte. Martín estaba solo en la gran casa, durante una inquietante noche fresca sin Luna. Su gata dormía, por ello le intrigó él maullido en el jardín. Amante de los felinos, por ese detalle que los muestra indiferentes a los deseos de sus amos, tan distintos a los perros. Salió al patio para ver, curioso como siempre, intentó encender las luces pero no funcionaron. Este pequeño detalle lo paralizó un instante, como si su subconsciente le cuestionara salir al patio. Pero obstinado, se dijo a sí mismo "No tengo por qué temer" mientras ingresaba despacio a las penumbras. Atribuyó varios ruidos al viento y a su imaginación las fo

La Familia: Espíritu.

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Era una propiedad distinta, esa manzana había pertenecido a una familia por generaciones, hasta que se fraccionaron sus diversas construcciones y se pusieron a la venta como viviendas. Con el correr de las décadas, los dueños originales pasaron a ser un recuerdo y sus descendientes optaron por mudarse al barrio más elegante de la ciudad. Los hijos de las cuatro familias que compraron las propiedades situadas para coincidir con los puntos cardinales y comparten un enorme patio en forma de cruz, recuerdan historias de fantasmas, ruidos extraños, animales misteriosos visitando sus techos por las noches frías, mascotas que desaparecieron. Historias que sus abuelas les contaban cuando niños y sus primos mayores repetían maliciosamente en noches de tormenta. Más no podía ser otra cosa que el folclor de la ciudad, rodeando el apellido de aquella misteriosa y rica familia, cuyos jóvenes representantes rara vez pisaban la ciudad y sus costosas casas. Sin embargo en la noche del 1º de Octub

Encuéntrame.

Tu ausencia es levemente insoportable, como un tenue dolor que agudo se torna punzante solo dentro de mi mente. Te noto porque observo ese espacio que aguarda, a veces expectante. Los días se suceden y dentro de ellos divago para distraerme. Me hallo repasando las generosas construcciones que diseño para utilizar en nadie en particular pues, ¿quién lo apreciará? Un mensaje escrito como relieve blanco sobre la nieve, la estática que envuelve una caricia deseada, el sutil suspiro generado por vivir algo anhelado. ¿Serás capaz de lograrlo? ¿O solo te irás en busca de otra pérdida de tiempo? ¿Cómo lucirás? ¿Cómo me verás? ¿Cómo lo sabré? Mientras continúo cambiando la noche por el día para alterar la dinámica, volveré a obtener dicha en mis estructuras, inmerso en tantos procesos pendientes, evitando imaginarte. Cuando camines hasta cansarte de las otras opciones que parece haber, sientas el desapego que rodea a cada una mientras prometen completarte, contemples paisajes urbanos hasta d

Hannibal.

Un fósforo se enciende en cámara lenta, el fuego toma color, mientras la música utiliza tonos agudos con sonidos chirriantes dramáticos. Un primer plano muestra la piscina de porcelana, donde el agua cristalina es abruptamente manchada por gotas carmesí. El vapor del agua es traspasado por las gotas alborotadas que ascienden en todas direcciones. La música tensa el ambiente. La gran mancha roja avanza inclemente, pronto lo cubrirá todo. Dejando paso al clímax: un saco de té, removido de las aguas brinda claridad. Así se hace el té un fanático de la serie "Hannibal".

Espero.

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Cuando salgo con amigos, en varias ocasiones durante la noche me abstraigo. Lo veo todo en tercera persona. Me acerco a una pared, para desde allí resguardado, contemplar la facilidad que tienen otros para celebrar lo espontáneo.  Cada persona, una incógnita. Mis amigos hablan e intento disimular que no estoy presente. Cuando tomo un sorbo de mi trago, cae al vacío, por eso es insípido. Observo a veces maravillado tanta dicha perecedera. ¿Soy el único que al ver algo bello re cuerda lo mal que se siente cuando eso termina? Luego la banda empieza a tocar. Un golpe de efecto que me despierta, mientras los papeles plateados bajan al ritmo de sintetizadores. Entonces mientras todos entran en calor, descubro que me falta esa parte desde hace tiempo. Los rostros de extraños, parecen extras de mis sueños. Las personas que crucé durante el día y quedaron grabadas en mi subconsciente. Pero debe estar por ahí, la próxima oportunidad. El momento que nubla las noches con su ausencia. ¿Por qué ta

Placebo.

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Un simple escalofrío recorrió la espalda de su amiga, mientras conversaban. Él era un enigma, cálido aunque evidentemente mostrando una cara. Apenas una faceta de su todo. "Quizás por timidez", pensaba ella. "O porque nadie le parece digno... excepto yo". Y se contentaba con ello, como tantas otras veces en que las emociones parecían colmarla detrás de la fachada indiferente que debía utilizar para no alertar a su amigo. Pero al fin sobre el escalofrío, no se detuvo allí. Las mascotas, un gato siamés y un perro ovejero alemán estaban visiblemente alterados. Aunque el dueño no parecía notarlo, solo conversaba con naturalidad mientras el zapping mostraba lo peor de nuestro presente: desinformación, manipulación de los medios, hipocresía, desnudez y sexo gratuitos, glorificación del oportunismo. Que nadie subestime el valor de series bien producidas con apenas 10 episodios por año. Cuando la alternativa es un reality obsoleto. Ella notaba el lomo de ambos animales eriz

Las Visitas (parte 1)

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@ mrwritor     "El aire frío, ese cielo despejado, se prestan para salir a merodear. Recorre los contornos de los patios, siente el cemento mientras avanza. 23:27 - 7 de jun. de 2015 Observa los patios vacíos iluminados por la fuerte luz de luna que el cielo despejado permite. Expectantes volverán a ser vividos mañana. Desciende grácil sobre el césped mojado, mientras las mascotas se alteran al ver su apariencia. Algo que los dueños jamás lograron. Los ladridos son rápidamente acallados con un seseo agudo que se desliza por toda la manzana, produciendo escalofríos a los más perceptivos. Camina libremente disfrutando el rocío, escuchando las conversaciones de las casas cercanas, ignorando sus voces, nada le intriga hoy. Caprichoso, se manifiesta a su antojo y pocas veces vuelve al mismo lugar. Aunque sus motivos permanecen ocultos, sabe que falta poco. Evita emitir sonidos cuando en su recorrido por uno de los patios dos adultos salen a fumar, su presencia

"Flashero.com"

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Salí a cortarme el pelo, fui caminando para darme tiempo a organizar la mente cargada de pensamientos, notas mentales de diferentes contextos y para diversos fines. “¿Que haré con el trabajo, buscaré algo este año? ¿Y si lo consigo, estaré dispuesto al cambio? Claro que lo estaré, necesito el movimiento, la reestructuración, los meses de intensa prueba, la incertidumbre me pondrá en forma, mientras me supero y demuestro mis capacidades”. “Ah sí, debo hacer esos trámites atrasados, pagar impuestos, comprar lo de la semana en el súper, arreglar la llave de luz de mi habitación, ir a la mutual”. De camino a la galería donde atiende mi peluquero, evité pasar frente a ese local de ropa, cuyas zapatillas me guiñaban el ojo la semana pasada. Luego subiendo los 4 escalones de piedra, sentí un dejo de nostalgia por la disquería que solía estar en el primer local del ala izquierda apenas ingresás. Siempre le dedico un segundo, como si el recuerdo fuera un ser querido ausente. Avancé observando

El Pub (parte 3)

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Estábamos hablando, las conversaciones se cruzaban, a veces entre el ruido de los autos, el bullicio calmo de los bares y los grupos de gente que también estaba decidiendo donde ir mientras caminaban sin rumbo exacto. Nos sentíamos libres, cuando la vereda de la avenida era toda nuestra y el aire gélido nos acariciaba. En una esquina llegamos a la primera encrucijada: esta calle o la otra cerca del río para elegir donde ir. Justo allí lo ví, a 100 metros, en la vereda del frente, su anuncio, ese sello negro enorme con las iniciales en luces de neón. Lo tenía tan cerca, pero era temprano y mis amigos apenas si lo conocían. Giramos a la derecha y despedí la posibilidad de conocer El Púb esa noche. ¿O no era una despedida? Como reza el dicho: Ten cuidado con lo que deseas. Mis amigas a quienes conocí en un curso, tenían que trabajar por la mañana del feriado y habían salido solo para complacerme. Era un gesto tan amistoso que casi me dio pena, aprovechar que se iban para sugerir otro d