El patio.

Del amor más puro y profundo a lapsos de discordia interior que generan leves vientos huracanados en el patio. Allí donde todo está aún por hacerse, ruinas de momentos productivos, ecos de años perdidos. Ver el pasado como los años que no aprovechaste implica haber fracasado. O conseguir el éxito tardío. Aquel que no podes compartir con quien querrías. He sido un monstruo. Me precio de reconocerlos y confrontarlos si hace falta pero no hice lo suficiente para aplacar la oscuridad en mi. Ese patio podría ser recuperado, está a tiempo de limpiarse y florecer sus plantas, generar un jardín de armonía. 
¿Cómo tanto amor puede ser envenenado? Todo este tiempo pensé que el amor nos salvaría. Que sería la paloma blanca, el haz de luz, el milagro. Creer no funciona como un genio de cuentos infantiles, la fe no es más que una motivación para actuar. Y aquí estoy yo con los brazos cruzados, con las garras afiladas, quejándome de todo. 
Salgo enfurecido para descargarme con objetos contundentes, pesados, metálicos que recorren el patio potenciados por insultos. Lo veo sucediendo desde mi sentido común, lo sé, está mal. Enojarme con lo abstracto, no merece la pena. Y vuelan las hojas por mi rabia, sopla el viento resentido, conjuro los males cuando me descontrolo. 
Miro hacia el cielo porque me educaron para buscarlo allí. Arriba donde todo es monumental. Las formas, distancias, fuerzas, vacíos, incógnitas; son de una magnitud que apenas puedo esbozar con mi imaginación. Acaso la mejor manera de razonar el infinito desde la completa ignorancia sobre el propio ser, sea imaginando. 
El amor puro, la ira violenta, el cielo monocorde indiferente ante mis súplicas, las cosas rotas, metales desconsolados... espero una reacción, nada sucede. La inmensidad no me nota, mi furia pasó desapercibida. Mientras tanto hirió a quienes amo. ¿Por qué perder el control entonces? Arriba no lo notan, aquí lastimo a quienes deseo proteger. Pero algo llega hasta mí, emerge desde una profunda certeza. ¿Me has respondido?
Voy a dejar de joder. Voy a madurar. Voy a disculparme. Voy a comprender aquello que intuyo. Empezaré limpiando mi patio. 

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