Noche

Durante el apagón recorrí la calle hipnotizado, en la oscuridad atrapante, mientras batallaba la luz de las estrellas, favorecida por la ausencia de la luna. Conté como guía alterna con luces blancas de vehículos a varias cuadras de mi posición. El destello de algo que siempre me estoy perdiendo.

Con la compañía de alimañas y el viento fresco, no temí al baño negro de mi perspectiva, le aproveché para reconectar. Donde cada cosa estaba antes en la luz, se mantuvo inmóvil dentro de la oscuridad. Pero recubierta de pequeñas sabandijas nocturnas que intentaban disfrutar de su anonimato mientras yo me abría paso con la mano firme sobre mi celular apagado para no tropezar si divisaba obstáculo como un relieve de negro sobre azabache.

Fascinado al fin, ausente, olvidado y a la vez contemplado por millones de astros inertes. O la gran estructura universal. el sostén del desamparo. la inmensidad que se come a los dioses y escupe excusas de mortales que temen al olvido. Incluso el sol estaba absolutamente desconectado en alguna otra parte a 180º de mi posición. Como si me evitara sistemáticamente la iluminación que anhelo. Y a la vez no estuvo mal y no pensé que lo estaría tampoco, caminar solo por los recovecos de la ciudad a oscuras oculto de todos en el plano.

Previsiblemente, poco duró mi aprecio por esta situación. Querré ver llegar el día y abrazarle renuente e histérico. Para soñar con lo que me pierdo del otro lado, mientras el camino que elegí me contempla a medias como parte de su política. Reconozco fácilmente que quiero esto y le digo al otro que se vaya a dormir pero se mantenga cerca, como siempre a 180º de mi.