Té.

Necesito descansar. Mantenerme abrigado en la intemperie de mis creencias es agotador. Y cuando creo que ya no debo seguir prestando atención o fe, algo me dice que espere. ¿Sentido común? ¿O, la mística existencial es tan terrenal en este plano que toma forma de pensamientos razonables? 
Elijo creer, como siempre, el optimista ve el vaso medio lleno. Aunque mi optimismo no es por ignorancia o temor. Se debe a que necesito seguir moviéndome, si me detengo es probable que estalle. Haga de mi “x marca el punto” un cráter. Lastime a quienes quiero la furia que colmará un camino de frustración recorrido pese a todo, para ver mis proyectos en efecto. Toda esa energía, mi decisión de rehusarme a lamentar, cargar con el peso del dolor de mis fracasos, llevar una sonrisa en mi alma como si nada estuviera perdido. Oh pero lo está, porque no me dejan recuperar el tiempo, está perdido. Y debo continuar. 
Necesito descansar. Prepararme una infusión, algo para recuperar energías, planear mi siguiente paso, bajar la guardia, apreciar el momento, ver el balance positivo, saborear el tiempo. Tomaré un té. Cada ser elige su placebo. El mío es el té. 

Comentarios